lunes, 15 de agosto de 2022

Capítulo 1: Una salida

Harry se llevó las rodillas al pecho y apoyó la cabeza sobre ellas, escuchando atentamente a las lechuzas gorjeando y ululando suavemente entre sí en la lechucería. El libro que había tomado prestado de la biblioteca sobre transformaciones animagas decía que necesitaba estar tranquilo y en un lugar apartado para concentrarse en encontrar el animal elegido.

El libro también había dicho que instintivamente se sentiría atraído por la especie de animal por la que tienes afinidad. Sacó de debajo de su camisa la gran Enciclopedia Mundial de Especies Animales que había robado de la habitación de Dudley durante el verano, había estado acumulando polvo en la estantería de su primo, nunca la echaría de menos.

Había comenzado a estudiar el libro Animagus durante las vacaciones de Navidad como una forma de concentrarse en algo más que las horribles pesadillas que todavía tenía sobre la última prueba del Torneo de los Tres Magos, donde Cedric había muerto, asesinado porque estaba en el camino del objetivo real, Harry. Harry, cuya sangre le había sido arrebatada a la fuerza para resucitar al mago Voldemort engendrado por el infierno de entre los muertos.

miércoles, 13 de julio de 2022

Capítulo 55: Maniobras legales

Dos días más tarde, Harry, Remus y Sirius estaban sentados en el despacho de Dumbledore, esperando a éste y a Severus. Harry se moría por hablar con Remus y Sirius... por separado. Sospechaba sin embargo que pasaría un tiempo antes de que pudiese pasar un tiempo con ellos a solas. Era obvio que algo había cambiado en su relación: estaban sentados en el sofá juntos, algo que no estaba fuera de lo corriente, pero sus manos estaban entrelazadas, hecho delator cuanto menos.

Capítulo 54: Despertando a Lunático

Por pascuas Severus anunció que había completado la poción para Lupin. Harry había recibido la noticia con entusiasmo, mandando carta de inmediato a Sirius y dando un apretado abrazo a Severus que hizo bien poco favor a las alborotadas hormonas del hombre. Las cosas habían estado algo tensas entre ellos últimamente, desde aquel arranque de celos y el beso posterior. Severus estaba contento de poder ofrecer algo positivo a Harry, algo que le recordara que estar casado con el Maestro de Pociones tampoco estaba tan mal; pues aunque el chico no se había mostrado distante o enfadado, sí que parecía inquieto y nervioso, repentinamente consciente de una nueva dimensión de la relación entre ambos que no sabía muy bien cómo tomarse. Se escabullía de todo asomo de coqueteo y evitaba las conversaciones demasiado íntimas. Todo ello había puesto a Severus tenso a su vez, y se alegraba de que las cosas se calmaran, aunque fuese momentáneamente.

Capítulo 53: Afecto de cortesía

Cuando Harry se dirigió al Gran Comedor para cenar la noche siguiente, lo que menos esperaba era encontrarse a sus dos mejores amigos al pasar la esquina abrazándose apasionadamente. Obviamente le estaban esperando: aquel pasillo rara vez se utilizaba, excepto por los propios Severus y Harry cuando iban al comedor. Sin embargo, parecía que habían encontrado una actividad más interesante que charlar de mientras. Harry les miró con la boca abierta.

Capítulo 52: San Valentín

Draco Malfoy y Charlie Weasley se casaron el día de San Valentín. A petición de los Malfoy, la ceremonia fue discreta y sólo acudió la familia inmediata. Albus dispuso que se celebrara en la Sala de Menesteres por la tarde, tras lo cual habría una cena privada preparada por los elfos domésticos de Hogwarts. La habitación parecía un jardín en primavera, un agradable cambio considerando que en el exterior del castillo todavía había nieve invernal.

Capítulo 51: Grandes gestos románticos

 Albus seguía esperándole ante el fuego cuando volvió del dormitorio. Cerró la puerta a sus espaldas para que la conversación no molestara a Harry y se fue hacia el sofá, mirando al director y notando que tenía una expresión melancólica e introspectiva.

–Son los familiares de Odín, ¿verdad? –preguntó Severus mientras tomaba asiento, esperando que le confirmara sus temores. Albus asintió.

–Sí, ahora estoy seguro de ello. Creo que son los que le provocan esos sueños, tratando de mostrarle algo, de enseñarle algo.

miércoles, 27 de abril de 2022

Capítulo 50: La materia de los sueños

Cuando Severus se ofreció a enseñarle a usar la espada, Harry no había sabido qué esperar. La idea le había parecido excitante, puesto que parecía atraer a cierta parte suya instintiva, un rasgo Gryffindor que no podía evitar poseer. No obstante, las clases habían sido excitantes en más de un sentido.

No estaba muy seguro de por qué Severus le había ofrecido enseñarle. En cierto sentido, resultaba poco propio de él emplear su tiempo en algo así. Que Severus le dedicara sus ratos libres significaba más para Harry de lo que hubiese podido poner en palabras; el que le enseñara con tal paciencia y le diese tantos ánimos era ya increíble. La forma en que Severus le había motivado hacía que Harry sintiese una calidez que le resultaba completamente desconocida e inexplicable.

Capítulo 49: Bailando

Severus entró en la Sala de Menesteres y asintió satisfecho ante el decorado que ésta le proporcionaba. Era muy parecido al gimnasio en el que le habían entrenado a él, un espacio inmenso con suelos acolchados. Una de las paredes estaba cubierta por completo por espejos, y en las largas mesas de la pared opuesta reposaban todos los tipos existentes de espadas. Harry tendría dónde escoger.

Severus cruzó el cuarto y se quitó la túnica exterior y la interior, hasta quedar sólo en unos ajustados pantalones negros y una camisa blanca. Con un gesto de varita caldeó el aire de la habitación, ahuyentando el frío invernal que se aferraba a las viejas piedras del castillo.

Capítulo 48: El Lobo en la puerta

 Charlie observaba a Draco mientras los demás dejaban la enfermería; había un brillo pensativo en los ojos del joven cuando contempló cómo partía su padre. Cuando la puerta se cerró, el joven se volvió hacia él. Su mirada estaba llena de rabia y dolor, pero también había una chispa de esperanza desesperada de que Charlie pudiese arreglar las cosas. Al verlo, Charlie supo que tenía una pequeñísima oportunidad de arreglar las cosas para que en un futuro pudiesen ser felices ambos. Se acabaron los trucos y engaños, se acabaron las reacciones rápidas para coger lo que deseaba antes de que alguien se lo arrebataran. Tenía que hablar con sinceridad o arriesgarse a quebrar algo frágil y posiblemente irreparable.

Acercó una silla al borde de la cama donde Draco estaba sentado y tomó asiento delante del joven. Su madre siempre le había dicho que la honestidad era la única forma de mantener una relación, y teniendo en cuenta la de años que llevaba casada, había que suponer que sabía de qué estaba hablando. Al buscar las palabras con las que comenzar a hablar, descubrió sorprendido que ya sabía qué quería decir.

Capítulo 47: Cedo

Cuando Severus entró en la enfermería junto con Albus y Minerva, vio a Charlie Weasley colocando al inconsciente Draco Malfoy en una de las camas. El pelirrojo movió con suavidad al joven para comprobar si la cadena que sostenía el oro de dragón le había producido algún corte cuando había tratado de quitársela tirando frenéticamente. La piel estaba enrojecida, pero no lacerada. Charlie pasó un dedo con cuidado, como tratando de calmar la irritación.

Aquello tranquilizó mucho a Severus. Puede que Draco no fuese la niña de sus ojos, ya que el chico era un crío arrogante y consentido que tenía todos los números de acabar como su padre, pero seguía siendo un estudiante y, lo más importante, una de sus Serpientes. Severus siempre había sentido la necesidad de cuidar a sus Slytherins ya que tantos otros profesores tendían a ignorarles en favor de otras casas. No pensaba permitir que nadie abusara de uno de sus pupilos.

Capítulo 46: Viendo rojo

Hermione estaba leyendo el periódico sentada a la mesa de Gryffindor la mañana siguiente mientras ella y Ron esperaban que llegara Harry. La portada seguía mostrando nuevas fotos del joven, de la noche que había vuelto al castillo en su armadura plateada, como salido de un cuento de hadas. Ron no había dicho nada aquella noche, pero Hermione sabía que sentía algo de celos. Oh, no es que quisiera estar en peligro, o tener las responsabilidades, y desde luego no envidiaba el terror que sentía Harry de forma constante, pero todos los chicos del colegio hubiesen deseado alguna vez llamar la atención de la forma en que lo hacía el joven continuamente. Irónicamente, Harry parecía ser el único que no deseaba hacerlo.

Capítulo 45: Amaestrando al dragón

Después de que Harry se fuese a dormir, Severus se quedó sentado junto al fuego durante largo rato. Se alegraba de haber tomado la pócima calmante antes de hablar con el chico puesto que, pese a ella, sus emociones eran caóticas. Aún sentía rabia, pero ya no estaba dirigida hacia el joven al que el destino le había unido. No, ahora se focalizaba de nuevo en los Dursleys, que habían herido tan profundamente al chico que incluso ahora sentía que desear una familia real era algo egoísta.

Algo egoísta, había dicho Harry al expresar el anhelo de que la gentileza que se le dirigiese fuese causada por quién era, más que por qué era, por lo que la vida le hacía ser. Ahora mismo Severus lamentaba profundamente las palabras que había pronunciado aquella mañana, y lo mucho que le había malinterpretado. Si la sonrisa que Harry era indicativa, el chico ya le había perdonado, pero la herida debía seguir ahí, y Severus no sabía cómo sanarla.

Capítulo 44: Cierra los ojos

A la hora de la cena, Harry casi se había acostumbrado a las miradas constantes de sus compañeros. Al fin y al cabo, no era la primera vez que le ocurría algo así, y lo cierto es que en esta ocasión, al menos, la gente dudaba en acosarle a preguntas... aunque había una característica peculiar propia que jamás había sufrido hasta ahora... las risitas.

Por todo el comedor había grupos de chicas que le miraban, susurrando entre ellas, y riéndose. Estaba empezando a ponerle nervioso. Cuando un grupito de Hufflepuff empezó a reírse tontamente justo detrás suyo, no pudo más y se inclinó a través de la mesa para preguntar a Hermione en un susurro:

Capítulo 43: Para eso están los amigos

Fue imposible hablar en privado con Ron y Hermione antes de la hora de comer. Durante la mañana fue objeto de murmuraciones y miradas, aunque por suerte no tuvo que soportar bromas desagradables como había sucedido tras su matrimonio. Nadie parecía saber qué decirle, así que se dedicaban a susurrar a su espalda. La única sorpresa agradable que tuvo durante el día fue cuando se enteró de que Charlie se había quedado en Hogwarts para ayudar a Hagrid con un proyecto especial en uno de los establos. Ron y los demás Gryffindors habían logrado que el ex-estudiante les prometiera reunirse con ellos durante la semana para darles algún consejo de Quidditch en los entrenos.

Antes que volver al comedor, Harry y sus amigos prefirieron retirarse a la torre de Gryffindor, colándose en el dormitorio de los chicos de sexto con comida traída por Dobby. Una vez solos y protegidos por un hechizo de privacidad, Harry se sentó en la cama de Ron y les contó todo lo ocurrido los últimos días, finalizando con la historia de la propuesta de Malfoy y el problema de Remus.

sábado, 16 de abril de 2022

Capítulo 42: Caramelos de limón

Harry no tuvo que esperar mucho antes de que tanto Severus como Dumbledore llegaran corriendo a la habitación en la que Remus estaba prisionero. Mientras el Director parecía relativamente tranquilo, Severus por el contrario echaba fuego por los ojos al mirar a Remus y Harry. Se adelantó con la negra túnica flotando alrededor de su figura y agarró el brazo de Harry como si fuera a sacarlo a rastras del cuarto.

– ¡Sal de aquí ahora mismo! –gritó, levantando a Harry de su silla. Sus palabras y acciones hicieron que Remus volviera a luchar violentamente contra sus ligaduras, con ojos brillantes de rabia.

Capítulo 41: Salvaje

Harry entró en la enfermería, pasando silenciosamente ante la puerta de la oficina de la Señora Pomfrey y dirigiéndose hacia el cuarto particular, al extremo más alejado del recinto, en el cuál el mapa le había indicado que se encontraba Remus. La puerta estaba cerrada desde fuera, curiosamente. ¿Por qué motivo habría encerrado la enfermera a Remus?

Corriendo el cerrojo se coló en el interior. Al acercarse al lecho solitario, se percató de que había algo fuera de lugar. Remus estaba allí, efectivamente, pero sus brazos y piernas estaban encadenados a la estructura de la cama con acero, manteniéndole completamente inmóvil. La estructura había sido modificada también para resultar bastante más sólida que la clásica cama de enfermería, de forma que incluso la extraordinaria fuerza del hombre lobo no pudiese hacer mella en ella y liberarse. Harry se alarmó y se acercó para liberar al hombre. Aún quedaba semana y media para la luna llena, así que ¿para qué le habían atado? ¿Qué estaba ocurriendo?

Capítulo 40: La locura del lobo

Albus llevó a Remus a la enfermería, dejando al resto de ellos volver a sus respectivos hogares. Severus agradeció poder regresar a las mazmorras: ansiaba poner punto final al día. No es que le apeteciera mucho contarle a Harry lo ocurrido con Remus, pero por Merlín, necesitaba una buena noche de sueño...

Dobby esperaba en el salón, balanceándose adelante y atrás en el sofá y canturreando para sí mismo. Se levantó de un salto en cuanto vio a Severus entrando.

–Dobby ha hecho exactamente lo que el profesor Snape pidió –le informó alegremente– Dobby metió a Harry Potter en la cama y guardó la puerta. ¡Dobby puede hacer cualquier cosa por Harry Potter!

Capítulo 39: Honor familiar

Severus dejó sus habitaciones y caminó con ágiles zancadas por el pasillo iluminado de antorchas, pero cuando pasó ante el corredor oscuro que llevaba a los dormitorios de Slytherin se dio cuenta de que la noche aún podía ir peor. Lucius Malfoy le esperaba con una sonrisa fría en su pálida cara, el bastón de cabeza de plata fuertemente aferrado por la mano enguantada.

–Lucius –suspiró Severus– ¿Qué es lo que haces aquí todavía?

–Por favor, Severus –ronroneó Lucius– ¿es esa la manera en que saludas a un viejo amigo?

Capítulo 38: Política

Severus hizo una seña a Minerva mientras introducía a Harry en la sala privada a la que Dumbledore había llevado a Fudge. La mujer se dio por aludida y se puso a hacer la guardia en la puerta para evitar que Lucius Malfoy les siguiera. A Severus no se le había escapado la forma en que Lucius había mirado a Harry; no pensaba permitir que aquel hombre se acercara a su marido.

Severus vio cómo su propia hermana se reunía con su esposo. Sólo se permitieron un breve apretón de manos y una mirada, pero Severus pudo ver la emoción que se ocultaba tras aquel saludo de todas formas. Diana había temido realmente no volver a ver a Alrik. El alivio era evidente en su rostro.

Capítulo 37: El otro lado

Lucius Malfoy nunca había destacado por su paciencia, pero en los últimos días ésta se había puesto a prueba hasta el exceso. No obstante, sus rasgos estaban congelados en un gesto impasible, sabiendo que aunque no fuera el centro de atención en este evento, tenía sus propios observadores. Para empezar, su hijo Draco le miraba intensamente, en busca de una pista que le permitiera adivinar cómo actuar en aquella extraña situación.

Lucius se quedó al extremo de la plataforma sobre la cual el profesorado de Hogwarts solía hacer sus comidas, contemplando cómo el Ministro Fudge y otros candidatos eran manipulados de forma experta por Dumbledore y sus secuaces. El Gran Comedor estaba repleto de gente, no sólo a causa de los estudiantes que habían regresado la víspera de sus vacaciones, sino también por Aurores y prensa que representaba a todos y cada uno de los periódicos de Gran Bretaña. Si el Chico­Que­Vivió desaparecía, raptado según decían los rumores, iba a ser la noticia del siglo. Al menos, hasta que la semana siguiente ocurriera algo que hiciera que tal acontecimiento pareciera risible por comparación...

Capítulo 36: Cargando la piedra

No hizo falta mayor estímulo para los guerreros de las Tierras Invernales. Libres del temor a los Dementores, los arqueros ya estaban disparando flechas sobre los Grendlings. Los entrenadores caninos dirigieron sus escobas hacia el suelo y soltaron los arneses, dejando a los perros aterrizar a poca distancia del suelo. Los perros se lanzaron al ataque con ladridos feroces y alegres. Un instante más tarde se les unían los guerreros de Alrik alzando espadas y hachas para golpear a los Grendlings entre cortantes gritos de guerra.

Quince hombres aterrizaron sobre la piedra, abriendo la formación en abanico y echando a los Grendlings de encima.

martes, 29 de marzo de 2022

Capítulo 35: Al abismo

Severus se empeñó en estar levantado y arreglado antes de que los demás despertaran puesto que no quería responder preguntas indiscretas, como por qué estaba prácticamente envolviendo a Harry. Una vez vestido, dispuso la tetera en el fuego para hervir agua, despertando con el sonido a los demás, que empezaron a prepararse para el día que se avecinaba. Aún era temprano, no entraba luz a través de la delgada obertura de la ventana, y el cielo invernal aún tardaría en iluminarse varias horas. Pero Severus no dudaba que los demás ocupantes del castillo ya estaban levantados y preparándose para la batalla.

Hizo té para todos mientras los demás se vestían, y cuando Harry vino a por su taza, se dio cuenta de la mirada lejana que asomaba a sus ojos.

Capítulo 34: A dormir

La mujer les condujo escaleras arriba a un largo pasillo iluminado vagamente por espaciadas antorchas.

–Hay mucha gente y casi todo está ocupado esta noche, mis señores –les informó, deteniéndose frente a una pesada puerta de madera y empujándola con fuerza para abrirla. Todos entendieron por sus palabras que iban a compartir habitación aquella noche... algo que no molestó a Remus particularmente. Ninguno de ellos deseaba alejarse de Harry.

Remus dio las gracias a la mujer y luego fue tras los demás. Severus cerró la puerta en cuanto hubo pasado, bloqueándola y sellándola con numerosos hechizos. No había posibilidad de que alguien pasase a través de las guardias del Slytherin.

Capítulo 33: Largas historias

Muchas horas después, Severus estaba sentado junto a Remus Lupin a una mesa de madera en el salón principal. Estaba lleno de gente, puesto que habían acudido guerreros de otras fortalezas de las Tierras ante la llamada de Asgeir, y estaban festejando antes de la batalla que llegaría con el próximo día.

Pese a que Harry parecía estar exhausto, seguía junto a su padrino, escuchando con fascinación una historia que Sirius contaba a un grupo de guerreros sobre alguna de las aventuras que él y James Potter habían corrido cuando eran aurores, muchos años atrás. Sirius parecía en su salsa, rodeado de seguidores que aguardaban cada una de sus palabras como hechizados. Severus podía ver al hombre tal y como fue en Hogwarts, como si los años pasados en Azkaban no hubiesen podido privarle del todo de la luz que había enamorado a Remus Lupin.

Capítulo 32: El dolor de crecer

A través de los árboles se adivinaba la silueta de la Fortaleza de Bifröst, un enorme castillo sobre una montaña de piedra, que vigilaba los terrenos de labranza más allá del bosque. La bandera de los Brand ondeaba en la torre más alta, indicando que el señor del castillo estaba presente. Pese a que todavía quedaba luz diurna, las puertas estaban cerradas y había guardias armados patrullando las murallas.

Severus, agazapado tras un árbol caído, sintió cómo Sirius y Remus se ponían uno a cada lado de él. Los tres hombres detallaron el contingente armado que vigilaba los muros.

Capítulo 31: Acortando distancias

Les tomó varias horas llegar hasta su destino. Los hechizos estabilizadores conseguían que el barco navegara fluidamente, y los hechizos protectores detenían la mayor parte del viento y el agua que les azotaba. No obstante, no fue un viaje agradable, sobre todo por la espera que les tenía en un estado de desasosiego creciente.

Iban revisando el mapa a menudo, observando cómo la pequeña imagen de su barco se acercaba más y más a la orilla. Cuando finalmente se aproximaron a ella, ya había pasado la mayor parte de la noche, y la parte oriental del cielo ya estaba tomando esa cualidad lechosa que precede al amanecer. Harry llevaba horas desaparecido; no había forma de saber qué le podía haber sucedido en todo aquel tiempo...

lunes, 28 de marzo de 2022

Capítulo 30: Persecución

Sirius se apresuró en volver a las habitaciones de Remus en el castillo, con el hombre lobo apenas a unos pasos de él. Sin hablar, empezaron a reunir todo el equipo de viaje, cambiándose a trajes más recios de cuero de dragón y guantes y capas hechizadas para dar calor. Como hacía poco que habían regresado de una misión de reconocimiento para Dumbledore, todo su equipo estaba a mano, y sólo les tomó unos instantes prepararse.

Una vez listos, se dirigieron a las mazmorras, sin necesitar intercambiar ni una palabra para saber que estaban pensando lo mismo. Recogerían a Severus Snape y luego perseguirían a los hombres que acababan de raptar a Harry de Hogwarts.

Capítulo 29: Entender el deber

Pasó media hora más antes de que llegaran a su destino, y para entonces el cielo ya se había aclarado considerablemente. La adrenalina del combate ya se había agotado y Harry ya no tenía su apoyo para combatir el horror hueco de cuanto había visto. Mientras avanzaban cuesta arriba, se encontraron atravesando la nieve. Harry temblaba violentamente por efecto del viento helado. Un hechizo calorífico en sus ropas ayudó un poco, pero hubiese deseado no haber perdido el abrigo de piel.

Capítulo 28: Vikingos

Un latido en la cabeza despertó a Harry. Aturdido, trató de alzar la mano para tocarse la sien, sólo para encontrarse con algo que obstaculizaba sus muñecas. Parpadeó confuso, fue consciente del frío extremo que se le colaba en los huesos, y del balanceo violento del suelo. Cuando su vista se aclaró al sobrepasar el dolor de cabeza palpitante, se encontró mirando unas pesadas esposas de hierro que retenían sus manos, con una cadena corta entre ellas. El mundo se sacudió bruscamente, y se deslizó de lado hasta golpear un pesado objeto de madera, con un chorro de algo frío dándole en la cara. Intentó entender lo que veía, mirando hacia arriba aturdido.

Capítulo 27: Antes de la tormenta

La cena de Navidad fue un acontecimiento muy alegre. Albus, Minerva y Hagrid se les unieron y Harry se encontró con que todas sus personas amadas estaban sentadas a la misma mesa. No podía imaginar un mejor regalo que estar allí, formar parte de aquella extraña familia. Sabía que la guerra aún pendía sobre su cabeza, y que una vez regresara a Hogwarts también volverían la preocupación que le perseguía constantemente, pero por un día era feliz, y no pensaba calentarse la cabeza con esos temas, al menos por el momento.

Albus, por supuesto, quiso saber todo sobre los libros de Slytherin, así que le prometió llevarle a la Cámara para que viesen si alguno de los libros restantes tenía algún interés. Lo cierto era que le resultaba muy curioso pensar que tenía acceso al único lugar de Hogwarts al que el Director no.

Capítulo 26: Regalos de Navidad

La mañana de Navidad en casa de los Weasley era el vivo ejemplo de la palabra caos. Aunque los Weasley no podían ser considerados ricos ni por un exceso de imaginación y benevolencia, había multitud de regalos en todas partes, incluyendo el famoso jersey Weasley para todos los presentes. Ver a Severus y a Sirius con jerseys a juego de color azul, con una "S" roja en el pecho, era una de las cosas más hilarantes que Harry pudiese imaginar. Ron y Remus también iban iguales, con sus brillantes "R" de color castaño purpúreo.

Capítulo 25: Nochebuena

Harry pasó la mayor parte de la Nochebuena con Ron y Hermione jugando a multitud de juegos, tanto muggles como mágicos. La prometida tormenta de nieve se descargaba con toda su furia, y hacía demasiado frío para salir. Sin embargo, el tiempo volaba.

Se alegraba de haber conocido finalmente a los Granger. Al haber sido criado entre muggles, comprendía muy bien su shock cultural, y tanto él como Hermione habían pasado un buen rato explicándoles algunas de las costumbres más curiosas del mundo mágico. Algo tan simple como encender la luz en el dormitorio antes de ir a la cama les había supuesto un problema ante la carencia de interruptor. Hermione les había provisto de varias luces mágicas flotantes, para que no se tuviesen que preocupar por las velas. Luego había usado un hechizo para hacer que se encendieran y apagaran automáticamente cuando uno de sus padres daba una palmada. La idea había hecho reír tanto a los Granger como a Harry, mientras que el resto de los integrantes de la casa se quedaban confusos.

domingo, 27 de marzo de 2022

Capítulo 24: Lecciones de Historia

Anna Granger estaba de pie, nerviosa, junto a su esposo, Michael. Ambos llevaban bolsas pequeñas cargadas al hombro con lo imprescindible para pasar una noche fuera, y ambos miraban con cierta anticipación el viejo zapato que ocupaba el centro de la mesa. Era un "trasladador", o eso les había explicado Hermione en su carta. El zapato había sido traído aquella misma mañana por un enorme búho marrón que había parecido muy satisfecho de aceptar un trozo de su cecina como pago por el mensaje.

–Entonces, ¿simplemente tenemos que tocarlo? –preguntó Michael inseguro.

Capítulo 23: Lobos

Molly Weasley les estaba esperando cuando aterrizaron. Tan pronto como aparecieron, fueron envueltos por un cálido abrazo. La mujer se apresuró a dar la vuelta a la habitación dándoles la bienvenida uno por uno, tan entusiasmada al ver a Harry y Hermione como lo estaba de ver a sus propios hijos. Los gemelos se les unieron instantes después, y entre todos consiguieron arrastrar los baúles a los dormitorios respectivos. Harry dormía con Ron, mientras que Hermione lo hacía con Ginny. Molly ya estaba dándole vueltas a cómo instalar al resto cuando todos llegasen.

–Creo que voy a poner a Percy con los gemelos, así el profesor Snape podrá estar en su cuarto –informó Molly a Harry– Y Charlie se tendrá que instalar con Bill, así tendré espacio para Remus y Sirius... ¿crees que les molestará tener que estar tan apretujados? –parecía preocupada por la idea. Harry contuvo la risa ante la idea.

Capítulo 22: Familia

Para gran sorpresa de Severus, la vida con Harry era en realidad bastante agradable. Afortunadamente, el perro que Harry tenía por padrino y el lobo solían estar a menudo de misiones, así que tenía que tratar relativamente poco con su enemigo de infancia. En cuanto a Potter... aunque en ocasiones chocaban sus temperamentos, y en otras se encontraba reaccionando con dificultad a la creciente atracción que sentía por el joven que compartía su lecho, también descubrió que había llegado a apreciar su compañía durante aquellas horas en las que ambos trabajaban juntos en sus tareas cotidianas. Con la intimidad creciente, Harry se sentía lo bastante cómodo como para hablar más y más con él, y aunque trataba de no dejar translucir demasiado en aquellas conversaciones, Severus se encontró con que cada vez las apreciaba más. Había vivido una vida notoriamente aislada hasta la fecha, y con aquel contacto nuevo que le habían obligado a tener, empezó a darse cuenta de lo solo que había estado durante buena parte de ella. Incluso el añadido de la lechuza Hedwig, que se había acostumbrado a observarle por la mañana desde una percha junto al fuego, era un cambio agradable.

viernes, 18 de marzo de 2022

Capítulo 21: Serpientes

Harry no había vuelto a la Cámara de los Secretos desde la noche en que rescatara a Ginny Weasley del recuerdo de Tom Riddle. Tuvo que hacer algunas maniobras extrañas por los viejos y desmoronados pasajes. Cuando por fin se encontró en la cámara central, todo cuanto pudo hacer fue mirar fijamente la carcasa putrefacta del basilisco que casi había acabado con su vida cuatro años atrás. De no haber sido por Fawkes...

La cámara estaba en completo silencio, salvo por el sonido de gotas de agua cayendo a lo lejos. Por el polvo que había en el suelo, se veía que nada había cambiado. Nadie había entrado en aquella sala desde la última vez que había venido; un pensamiento reconfortante. Por supuesto sabía que la Cámara, por muy profundamente enterrada en los cimientos que estuviera, seguía estando dentro de las protecciones del castillo, pero de todas formas era bueno saber que el Señor Oscuro no había estado aquí desde que había resucitado. De hecho, lo más probable es que no hubiese estado aquí desde que fuera estudiante de Hogwarts, hacía unos cincuenta años. Y ahora que el basilisco había muerto, las habitaciones estaban desiertas.

Capítulo 20: Sinistra

Harry se encontró la mañana siguiente, sentado entre Sirius y Remus. Al despertar, Severus le llevó a ver al Director donde explicó todo cuanto recordaban ambos del sueño. Lo cierto es que ya no podía decir gran cosa sobre su pesadilla, sólo que sabía que algo había cambiado. El Señor Oscuro había descubierto algo, un hechizo, arma o ritual, algo que le había llenado de tal terrible alegría que el puro poder de la emoción había despertado a Harry. Fuese lo que fuese, sabía que era espantoso, algo inesperado.

Era como si Voldemort hubiese recibido el mundo entero y supiese súbita y rotundamente que nada iba a ser capaz de pararle ya. Harry jamás se había sentido más solo en toda su vida, como si le hubiesen aislado de todo contacto humano, como si fuese el último ser vivo en la tierra y no pudiese apoyarse en nadie. Pero cuando intentó poner su sueño en palabras para el Director y el profesor Snape, sonó extrañamente hueco y súbitamente tonto, a la luz del día.

Capítulo 19: Vínculos

Harry notó la sensación familiar de ser empujado, estirado y caer cuando el trasladador les llevó de vuelta a las habitaciones de Severus en las mazmorras. Fue sólo vagamente consciente de que le conducían al sofá y le empujaban a sentarse sobre sus cojines. Contempló perplejo cómo las llamas de la chimenea cobraban vida. Unos segundos más tarde notaba como algo frío era colocado entre sus manos.

–Bébetelo –le ordenó Severus. Harry alzó las manos sin pensar y bebió el contenido del vaso que Severus le había dado. Le recordó vagamente al brandy que había probado antes, pero con una cualidad mucho más tranquilizadora. Notó cómo su cuerpo se calmaba inmediatamente, su mente volviendo del lugar en el que había estado. Se estremeció, cerrando los ojos, y sintió que por fin se liberaba del demonio que le había aferrado antes– Estás bien –le dijo Severus con gentileza– sólo conmocionado.

Capítulo 18: El corazón del laberinto

Para Severus, la noche había sido un seguido de sorpresas, no todas ellas agradables. La reacción de Harry ante la Mansión le había divertido, pero ese humor se había desvanecido rápidamente ante la muchedumbre que se había lanzado sobre el Chico­que­vivió como si fuese Merlín reencarnado.

Había supuesto siempre, injustamente al parecer, que Harry disfrutaba de su celebridad. Pero la mirada de horror del muchacho había desvanecido para siempre esa sospecha, de la misma forma que la forma en que se ocultó tras él cuando le había rescatado de la horda.

Debería haber esperado algo así, supuso. No era culpa de sus hermanos, pero al menos podrían haber intentado contener a sus esposas. Julliana y Delphina no se habían vuelto más inteligentes en los años que llevaba sin verlas.

Capítulo 17: Espinas

Durante un rato estuvieron sentados en el salón, con Diana tratando de mantener un mínimo de cortesía en las conversaciones entre los hermanos. Pero Harry veía que la animosidad entre los tres mayores no era algo que fuese a solventarse en una sola noche. Julius, por su parte, no parecía interesado en las riñas familiares y apenas participaba en la discusión. En vez de ello, para consternación de Harry, se pasaba la mayor parte del tiempo mirándole. Cada vez que el chico alzaba la vista se encontraba esos ojos oscuros contemplándole de forma especulativa, casi hambrienta. Le hacía sentir tremendamente incómodo.

Tal y como le había advertido Severus, Claudius, Marcellus, Delphina y Julliana encontraron la ocasión de hablar a solas con Harry, preguntándole sus planes para la Mansión Snape. Las dos mujeres le ofrecieron amablemente redecorarla para él, mientras que los dos hombres señalaron la importancia de tener un hogar apropiado a su estatus para las reuniones con dignatarios encumbrados. Harry les sonrió y les dijo de hablar el tema con Severus, ya que estaba demasiado ocupado con sus estudios para preocuparse por esos temas. Todos parecieron decepcionados, pero no disuadidos.

Capítulo 16: Conociendo a los cuñados

Harry no tenía ni la menor idea de qué esperar cuando volvió a las mazmorras tras su lección de etiqueta a manos de Neville y Hermione. Había llegado a la conclusión, en algún momento entre el descubrimiento de que había una forma correcta y una incorrecta de desplegar la servilleta y que la sal sólo se podía pasar de izquierda a derecha que lo más probable era que hiciese el ridículo más espantoso durante la cena.

Se había puesto la ropa que Snape le había elegido, entre comentarios jocosos de sus antiguos compañeros de dormitorio. Se había mirado a sí mismo en el espejo del lavabo, horrorizado.

– ¿No os parece que estos pantalones son un poco... justos? –había protestado Harry cuando se había mostrado a Ron y a los demás. Se sentía terriblemente expuesto en ellos. Era el tipo de ropa que Gilderoy Lockhart hubiese llevado.

miércoles, 16 de marzo de 2022

Capítulo 15: Modales

Tras aquel fin de semana repleto de emociones, Harry estuvo de lo más agradecido de que la semana fuese aburrida. La luna llena cayó en viernes, y ese día Sirius y Remus estuvieron fuera del castillo, tras comunicar a Harry que probablemente no volverían hasta el domingo. Snape había preparado la Matalobos para Remus, pero de todas formas éste solía estar agotado por la transformación y planeaba quedarse durmiendo la mayor parte del sábado. Sirius iba a quedarse con él, aunque había confesado a Harry que su cortejo no parecía avanzar. Remus trataba sus flirteos como bromas.

La cena en el gran comedor del viernes noche fue particularmente movida debido a que muchos alumnos de séptimo de Gryffindor y Hufflepuff habían logrado comprar algunas de las últimas novedades de los Gemelos Weasley y se dedicaron a torturar a los Slytherin y Ravenclaws. Algunos alumnos tenían cabello rosa y orejas de conejo, para gran diversión del resto. Harry, sabiendo a lo que se atenía, procuró no aproximarse a los bromistas.

Capítulo 14: Volviendo a la normalidad

Remus volvió con la cena y los dos hombres se sentaron con Harry a tomarla, charlando tranquilamente sobre la escuela y sobre Quidditch. Harry observó divertido cómo su padrino coqueteaba más abiertamente con Remus, más cómodo ahora que sabía que a Harry no le molestaba. Remus lo soportó con buen humor, aparentemente molesto y divertido a la vez, pero sin ofenderse. Pero no coqueteó con Sirius a su vez.

Eventualmente la Señora Pomfrey les echó, insistiendo en que Harry debía descansar todavía mucho. La medibruja comprobó el estado de sus heridas una última vez, asegurándole que se curaban bien, y que podría volver a sus habitaciones por la mañana. Después, ella también le deseó buenas noches y se retiró.

Capítulo 13: Entendiendo a los hombres lobo

Remus se fue cuando Ron llegó, permitiendo a los dos amigos pasar un poco de tiempo a solas. Harry se quedó en silencio mientras Ron le hablaba sobre la noche que él y Hermione habían pasado en blanco en la torre de Gryffindor. La historia del ataque se había divulgado por toda la escuela como el fuego. Una docena de alumnos habían visto a Severus Snape llevando el cuerpo ensangrentado de Harry a las Tres Escobas. Las descripciones de las flechas sobresaliendo de su cuerpo habían sido detalladas y morbosas. La mitad de los Gryffindor había sentido pánico, creyendo que Harry había muerto, y Ron se habían pasado más de una hora asegurándoles de que ese rumor era falso.

–Querían oír la historia entera una y otra vez –confesó Ron a Harry– No tenía ni idea de lo agotador que era –el pelirrojo se sonrojó, con aire de repugnancia– querían saber cuánta sangre había, si habías gritado, si... –se detuvo y sacudió la cabeza.

Capítulo 12: Emplazando culpas

Había creído que Black se transformaría tan pronto cerrase la puerta. Se había equivocado. Miró bastante molesto cómo el perro se movía por todas las habitaciones, olfateando todo cuando se le ponía a tiro. Severus quería protestar, atar a aquella detestable criatura con un hechizo y detener aquella ruda invasión, pero había tomado su decisión, y no podía volver atrás. Tenía que aceptar las consecuencias. Ojalá acabase pronto.

No obstante, un insulto era apropiado a la situación.

Capítulo 11: Enfrentándose a Gryffindors

 Severus Snape caminó como una exhalación por los pasillos de Hogwarts, con los estudiantes huyendo de su paso. Su único consuelo era que Sirius Black estaba atrapado en su forma de perro por haber sido expulsado de la enfermería lo mismo que él. Ese imbécil era incapaz de contener su lengua. Y si Black hubiese conocido la mitad de bien que él a Harry, hubiese sabido que aquel loco Gryffindor se habría lanzado sobre una espada para proteger a su padrino, que haría cualquier cosa por evitar que se peleasen. Abrirse así la herida...

Severus agitó la cabeza para no pensar en ello. ¡Ese estúpido chico era su propio peor enemigo en ocasiones! Y ahora, gracias a Black, ya no podía vigilarle y cuidarle. Poppy se calmaría eventualmente, se dijo. Y Lupin estaba con él. Aparte de la licantropía, Lupin era bastante decente como acompañante.